¡Hola! Me llamo Marisa Abad y trabajo como decoradora de interiores, vivo en Alicante y también realizo trabajos fuera de mi ciudad.

Tras más una década trabajando para distintas empresas en las que aprendí el oficio y me desarrollé como profesional, en 2010 di el salto y comencé a trabajar únicamente para mí como autónoma, labor que continúo desarrollando y que presento en esta web. Cuando se me plantea un nuevo proyecto, lo primero que me preocupa es conocer el estilo, preferencias estéticas y necesidades del cliente. Para mí es esencial conseguir que la persona que me encarga el trabajo se sienta cómoda y feliz en su nuevo espacio. Una vez tengo esto claro, paso a analizar el proyecto: si es una vivienda particular; si es un negocio y qué tipo de negocio con sus necesidades técnicas y funcionales; la iluminación es un apartado fundamental también para el acabado final y la ubicación y características del local o espacio (luz natural, proporción de los espacios…) son puntos fundamentales para que el resultado final sea lo más perfecto posible.

Tanto en revestimientos para obra como en mobiliario huyo de productos que imitan a otros, apuesto siempre por materiales nobles en todas sus versiones, maderas, piedras, hierro, cemento, etc en diferentes acabados, dependiendo del estilo que se quiera alcanzar. Estos elementos dotan al espacio de una atemporalidad que está por encima de cualquier moda pasajera y llevan con gran dignidad el paso del tiempo. También intento unificar lo máximo posible en cuanto a materiales, me horroriza el utilizar muchos de ellos a la vez. La base de cualquier espacio: cuanto más uniforme, mejor. De esta forma, cuando ubiquemos el mobiliario resaltarán las piezas que realmente tienen que destacar. Siguiendo este principio de atemporalidad fuera de modas, lo mismo ocurre con el mobiliario y con la carta de color a utilizar, apuesto por colores neutros, naturales, beig, cremas, tostados, grises, tonos piedras, blancos… aportan naturalidad, consiguen ambientes relajados, cálidos y frescos.

Por tanto, considero que la naturalidad es el elemento que más se ajusta a mi estilo, algo fundamental para crear espacios acogedores con cierto halo de exotismo que puede aportar alguna pieza especial ya sea alguna antigüedad, alguna pincelada étnica o vintage. Me suministro de diferentes proveedores, importadores, artesanos que trabajan a medida, pequeñas tiendas que encuentro en mis viajes con detalles curiosos no estandarizados y reconocidos anticuarios. También hago diseños y los personalizo al cliente ejecutándolos en la propia obra o con los artesanos con los que trabajo.

El trato con el clientes es otro aspecto fundamental que, al igual que mi trabajo, intento cuidar hasta el más mínimo detalle. Empatizo muchísimo con ellos, les escucho atentamente para intentar superar sus expectativas, y a día de hoy puedo estar orgullosa ya que incluso mantengo una amistad personal con muchos de ellos a raíz de haberles hecho un trabajo. Por todas estas razones,  puedo afirmar que mi oficio me hace feliz y cada trabajo que realizo me aporta una gran satisfacción a nivel personal y profesional que hace que disfrute de cada uno de ellos como un nuevo reto.

¡Espero que te guste mi trabajo!